"Aquellos que fueron elegidos por las piedras sagradas deberán escoger entre servirnos por el bienestar de todos los reinos, o de servir a los gemelos demonio del Xibalbá, y si esto ultimo sucede entonces el final para todo ser viviente está más cerca de lo imaginado" palabras del dios Quetzalcoatl

viernes, 4 de diciembre de 2009

Introducción

México, año desconocido, era antigua.

atardecer2gr0 El sol salió a través de unos pequeños y verdes montes, se observaba que el día sería agradable pues varios grupos de aves cantaban al levantar el vuelo de las copas de los árboles, algún rugido de un jaguar hembra llamaba al macho para el apareamiento y un grupo de cinco conejos brincaban alegremente cerca de su madriguera; lo anterior indicaba que todo estaba bien. Para Ayauhtli, no significaba nada este tipo de señales, sabía que tenía que terminar con su última misión, tenía que hacerlo sin importar las condiciones que le rodeaban.

Su vida había cambiado por completo al recibir la solicitud del rey Yoltzi para encontrar una de las piedras sagradas en las lejanas tierras de Aztlan, los sucesos que le siguieron lo cambiaron para siempre, y ahora, el destino de civilizaciones enteras dependían de él y de sus compañeros, quienes aún no conocía, a excepción del guerrero de la Nieve. Juntos, después de conocerse y pelear en el reino de los Inuit, regresaron a las tierras de los reinos del sur para proteger al rey de los ejércitos de la oscuridad; por fortuna lo lograron, pero antes de partir rumbo a la isla de Yolihuani para completar su entrenamiento, una nueva misión le fue asignada.

El dios Quetzalcoatl le había solicitado resguardar la piedra de Jade y la de Ocre en la bóveda sagrada, en donde estarían resguardadas de las garras de los Waay, hechiceros y demonios del Xibalbá. Desconocía la ubicación de la bóveda y le sería difícil dar con ella gracias a la poderosa magia con la que se escondía de cualquier intruso; siguiendo las indicaciones del dios encontró no sin mucho esfuerzo, las disimuladas señales que lo llevaron hasta el acceso subterráneo, y a punto de abrirla, su corazón latía con prontitud, un escalofrió recorrió su espina indicándole que tenía que hacerlo antes de que sus enemigos se enteraran del escondite sagrado.

Por desgracia gastó la luz del día en la búsqueda de la última señal, y para cuando la puerta circular de la bóveda apareció ante sus ojos, el sol se ocultaba; los tonos dorados y rojos del cielo alertaban de que el manto de la noche se acercaba a buen ritmo y sin pensarlo, con fuerza sobrehumana levantó la puerta y entró con gran rapidez. Las piedras que portaba en un pequeño morral de piel brillaron al instante e iluminaron la oscuridad del interior, el guerrero percibió su intenso calor y apresuró el paso para entrar a la segunda bóveda, de acuerdo a las indicaciones del dios Quetzalcoatl.

Sobre el suelo encontró la pequeña puerta, la arrancó y bajó por unas delgadas escaleras hasta encontrar el caparazón de la tortuga sagrada; depositó ambas piedras en su lugar correspondiente y regresó sin detenerse hasta la entrada principal.

Unos pocos rayos rojizos se reflejaban sobre la panza de blancas nubes, los árboles se agitaban con fuerza y el viento helado tocó su rostro. Entre la maleza, una neblina espesa y blanca apareció acercándose peligrosamente hacia él, y al momento de agudizar su mirada, observó varias extrañas siluetas que caminaban al ritmo de la neblina.

Sonrió, lo esperaba, esas criaturas jamás se daban por vencidas y más sabiendo que si lo mataban antes de que cerrara la bóveda sagrada, se harían del resto de las piedras y de todo lo que contenía, haciéndolos aún más peligrosos. En sus ojos apareció un destello plateado y con una velocidad inimaginable cerró la entrada sellándola de un solo golpe, estalló su Teotl y corrió hacia sus enemigos.

Mientras corría, pensó en los futuros elegidos, aquellos que estarán a su lado para combatir a las huestes del Mictlán, aquellos que darían su vida misma por pelear y vencer a lado de los dioses antiguos, ¿Quiénes serán? ¿Cuánto tiempo tardaran en encontrarlas? ¿Hasta cuándo el círculo quedaría completo? Once, once piedras, gemas, cristales o como se les llamara, habían sido obsequiadas por los dioses para protegerlos de los peores enemigos de la humanidad y de cualquier ser viviente, dos de ellas ya habían escogido a su portador y el resto permanecerían sobre el caparazón hasta que los dioses decidieran su destino.

Levantó su macahuitl, una luz blanca que brotó de su pecho invadió el paisaje por cientos de metros, atravesando los troncos y la densa vegetación. El guerrero traspasó la neblina y la batalla inició.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy muy orgullosa de que autores Mexicanos escriban sobre nuestra cultura! Donde puedo encontrar sus libros?
Soy su fan!!

Tlacotzontli dijo...

Gracias por el comentario Nayeli.
¡Pronto! pronto podran tener en sus manos el primer tomo de esta saga.
Sigan visitandonos y no nos olviden.

Saludos

Coren Mon dijo...

Hostia Ahuizotl!!!

Esto no me lo habías dicho!!!

Javier Maldonado Quiroga dijo...

Saludos Ahuizotl!

Gracias por el comentario que dejaste en mi humilde blog. Es muy grato para mi toparme con otros viajeros que se aventuran en este impredecible y nebuloso camino de la literatura fantástica. Estoy seguro que no es casualidad que nos vayamos encontrando los unos con los otros, despues de todo compartimos algo muy especial.

Sobre el texto, me gustó bastante la idea que estan desarrollando. La idea de las once gemas obsequiadas por los dioses me encantó. Ahora, creo que le hacen falta unas cuantas correcciones en la redacción y la ortografía, pero creo que eso es solucionable, XD.

Mis felicitaciones. Estaremos en contacto.

Tlacotzontli dijo...

No Coren, es noticia fresca, ya veremos como avanza.
Gracias por tu visita Kensan, espero que continues visitandonos y sí, somos dos autores, cada uno con su propia historia (novela) unificandonos en la misma leyenda.
Saludos

baldukari dijo...

Gran comienzo.
Iré visitando el blog para ver los avances. Saludos.

Tito Treviño dijo...

me encanto el cuento y espero que sigan con la saga... ademas espero que pasen y lean un poco de lo que escribo y lo comenten con siceridad por favor... un saludo y en hora buen

Tito Treviño dijo...

Pd. En espcial en cuento titulado Ayauhtli

Angela dijo...

wow que falta hacía encontrar un libro que hable sobre nuestras culturas... Me encantaría poner el enlace en un grupo de FaceBook ¿puedo? Los felicito, la historia está genial; estaremos al pendiente de los siguientes capitulos... ¿YA tiene editorial? ¿Ccual es? quiero conseguirlo

Tlacotzontli dijo...

¡Claro que si Sara! puedes poner el link en Facebook.
Lamento el abandono del blog pero es por causas de fuerza mayor, estamos en plena revisión del escrito para su pronta publicación.
Saludos

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